La cochinilla algodonosa, una plaga difícil de erradicar

Todo lo que debes saber sobre una de las plagas más comunes y peligrosas para las plantas, la cochinilla algodonosa. Métodos de erradicación efectivos.

La cochinilla algodonosa. Descripción general de esta plaga

La cochinilla algodonosa o harinosa es un insecto plaga muy generalista que afecta a un sin número de especie vegetales incluidas la mayoría de las ornamentales cultivadas. Es una de las plagas más comunes en los trópicos (donde más abundan) provocando graves daños a numerosas especies vegetales. Es un insecto perteneciente al orden Hemiptera con un aparato bucal picador-chupador que utiliza para alimentarse de la savia de las plantas. Además, es muy resistente a numerosos insecticidas debido a que fabrica una cubierta similar a una telaraña para cubrir su cuerpo y los huevos; la cubierta evita que los insecticidas entren en contacto con el cuerpo.

Vista de una cochinilla algodonosa

Vista de una cochinilla algodonosa



¿Cómo es?

Es un insecto áptero donde solo el macho desarrolla alas con el fin de buscar hembras para reproducirse. Las hembras poseen un cuerpo aplanado y redondeado-ovalado de +/- 0.3 cm de largo. La superficie del cuerpo de la hembra es escabrosa y muy frágil. Además, posee numerosas estructuras filamentosas que rodean el cuerpo y poseen una coloración blanca.  Desde arriba no se observan las patas, pero poseen 6 como todos los insectos que les permiten moverse. El aparato bucal es extremadamente fino y de gran tamaño para acceder a los fluidos internos de la planta y alimentarse.

¿Dónde ataca principalmente en la planta?

Este insecto busca principalmente zonas jóvenes en crecimiento en las plantas como el ápice de los tallos, los botones florales, frutos, yemas axilares, base de las hojas jóvenes y las raíces. Hay que aclarar que ataca principalmente a plantas débiles o enfermas; aquellas que sufran algún tipo de estrés hídrico son muy susceptibles. Afecta con extrema frecuencia a plantas con tejidos blandos como suculentas que poseen una gran concentración de sabia en sus órganos (raíces, hojas y tallos).


Las hormigas y la cochinilla. Una combinación fatal

La cochinilla algodonosa, al igual que la mayoría de los insectos chupadores, expulsa una sustancia azucarada que atrae a las hormigas (que se alimentan de esta sustancia) para que las defiendan de otros depredadores. Esta relación entre estos dos insectos provoca que las propias hormigas transporten a la cochinilla hacia las plantas para recibir el alimento azucarado que estas le proporcionan. Es muy probable que las plantas presenten una colonia de hormigas cerca cuando comienzan a observarse cochinillas. Las hormigas en muchas ocasiones se alimentan de los propios depredadores naturales de las cochinillas como, por ejemplo: algunas especies de mariquitas (coccinélidos).

 


 

Cochinilla algodonosa y hongos patógenos

La misma sustancia azucarada que expulsa esta plaga de la que se alimentan las hormigas permite la germinación de esporas de hongos saprófitos en la superficie de los tejidos vegetales. Estos hongos bloquean la luz solar evitando que se realice la fotosíntesis.

Condiciones ambientales ideales para la aparición de esta plaga

Además de afectar a plantas débiles, sus poblaciones se acentúan más si la humedad ambiental es muy alta. Esto trae como consecuencia que especies vegetales que requieran estas condiciones tengan un elevado riesgo de sufrir ataques de este insecto. Durante la temporada lluviosa es cuando más aparecen, aunque afectan a las plantas durante todo el año.

Medidas de control

Químicas:

Actualmente en el mercado existen numerosos productos químicos efectivos para el control de esta plaga, pero muchos son peligrosos para el ambiente. Los productos más efectivos son los sistémicos ya que la planta los absorbe y transporta las toxinas en la savia; la plaga absorbe la savia y muere. El principal problema de estos insecticidas es que muchos actualmente están provocando graves daños en las poblaciones de abejas debido a que estas toxinas llegan a las flores. Estos problemas han provocado actualmente la retirada del mercado de numerosos productos químicos. La aplicación de los productos que aún existen debe ser quincenal por al menos 3 meses ya que afectan solamente a los adultos. Existen además otros productos como el dimetoato que son muy efectivos.

 


 

Bajo infestaciones leves se puede utilizar alcohol para removerlas con facilidad.

Orgánicas o remedios naturales:

Se ha demostrado la efectividad de la tierra de diatomeas para controlar esta plaga ya que perfora sus tejidos. Muchos cultivadores y especialistas la utilizan como método natural de combate. La utilización de jabón neutro también es bastante efectiva para eliminar principalmente aquellas que estén invadiendo el sistema radical.

Existen numerosos remedios, pero la realidad es que nunca son suficientemente poderosos para erradicar completamente a esta plaga. Por esto es muy probable que al final se requiera la compra de un insecticida específico.

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