Fotografías y descripción general de la planta suculenta Huernia kirkii. Consejos esenciales para su cultivo en el jardín.
Características de la planta suculenta Huernia kirkii
Huernia kirkii es una planta herbácea suculenta y perenne perteneciente a la subtribu Stapeliinae de la familia Apocynaceae. Es cultivada principalmente como planta de colección por sus exóticas flores y fácil mantenimiento. Se multiplica en numerosos viveros con fines comerciales pero sus poblaciones naturales en Mozambique, Zimbabue y Sudáfrica no son tan numerosas. La principal ventaja de esta reproducción masiva es la posible reintroducción futura de ejemplares al hábitat si las poblaciones decaen alarmantemente.
Tallos y hojas
Esta especie desarrolla tallos semierectos de +/- 12 cm de largo y +/- 1 cm de diámetro de coloración verdes grisácea o amarronada. Las ramificaciones de los tallos son siempre axilares como en todas las especies del género y aparecen generalmente en las axilas basales. Cada tallo presenta 4-5 costillas verticales bien definidas y con numerosos tubérculos (dientes) de 3-4 mm de largo en los márgenes. Al final de cada tubérculo se coloca una hoja espatulada y verde muy reducida (< 2 mm) y de corta duración. La permanencia de las hojas puede alargarse si los tallos mantienen un óptimo nivel hídrico.
Flores
Las flores se disponen en pequeñas inflorescencias extraaxilares únicas que aparecen en la base de los tallos jóvenes. Cada inflorescencia desarrolla de forma sucesiva no más de 4 flores. Todas las flores son sostenidas por un pedicelo glabro de +/- 2 cm de largo y con una disposición ascendente terminal que termina en 5 sépalos lineares de +/-0.8 cm de largo. La corola en esta especie es bicampanulada con +/- 2.5 cm de largo y +/- 4.5 cm de diámetro. En el extremo de la corola se observan 5 segmentos triangulares de +/- 1.5 cm de largo y otros 5 intermedios más pequeños que les confieren un aspecto estrellado. En esta especie la flor mantiene generalmente los segmentos de la corola en posición vertical sin abrir.
La coloración externa de la corola es amarillenta (crema) con manchas violáceas en los segmentos superiores. La coloración interna es amarillenta igual con manchas violáceas-marrones muy conspicuas y la garganta floral del color de las manchas en su totalidad. En la superficie interna cercana al inicio de la garganta floral se observan papilas cónicas de +/- 0.2 cm de largo, violáceas y muy conspicuas.
Las coronas externas del ginostegio bastante grandes y con un color rojizo muy atractivo, pero poco apreciables por la coloración de la garganta floral. Las coronas internas de similar color, globosas-alargadas y papilosas.
Consejos para el cultivo de la planta suculenta Huernia kirkii
Huernia kirkii es fácil de mantener en el jardín si se tienen en cuenta los siguientes requerimientos de cultivo:
Iluminación:
Es importante exponer a esta especie al sol de primeras horas de la mañana evitando el sol intenso del mediodía. En climas templados es posible cultivarse a pleno sol si las temperaturas no suben de los 24ºC.
Temperatura:
Crece mejor en un clima con predominancia de temperaturas cálidas o frescas que se mantengan entre los 22ºC-29ºC durante gran parte del año. No exponer a temperaturas inferiores a los 8ºC para evitar posibles podredumbres por daños en los tejidos. El contacto de los tallos con la nieve es mortal.
Sustrato:
Emplear un sustrato ligero que permita un rápido drenaje del agua de riego y la penetración sencilla de las raíces. Agradece un poco de materia orgánica para crecer más saludable y vigorosa. Sustratos arcillosos provocarán la podredumbre de raíces y tallos.
Frecuencia de riego:
Regar preferiblemente cuando los tallos se sientan algo deshidratados para reducir el riesgo de ataques fúngicos y pudriciones por exceso de agua. Para saber cuándo regar solo se debe comprobar la turgencia de los tallos con los dedos aplicando una presión suave.
Plagas y enfermedades:
Afectada por cochinillas principalmente como la mayoría de las especies de plantas en el jardín. También puede sufrir ataques de ácaros, moluscos, escarabajos y áfidos. Las presencias de las plagas mencionadas anteriormente propician además la proliferación de hongos patógenos.
Multiplicación:
Muy sencilla a partir de esquejes de tallos que enraízan con mucha facilidad.
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