Manual para el cultivo de Peperomia spp

Consejos esenciales para el mantenimiento y reproducción de plantas ornamentales pertenecientes al popular género Peperomia.

Peperomia es un género de plantas herbáceas perennes perteneciente a la familia Piperaceae. Se conocen más de 800 especies y algunos cultivares donde muchos se cultivan con fines ornamentales. Algunas de las especies con mayor presencia en el mercado son Peperomia graveloens, Peperomia griseoargentea, Peperomia caperata, Peperomia obtusifolia, Peperomia argyreia, entre otras. Muchas de estas son suculentas aumentando aún más su potencial ornamental. El género Peperomia es originario de América Central aunque actualmente se comercializan especies y cultivares en todo el mundo.

Una planta perteneciente al género Peperomia muy común en jardines de todo el mundo
Una planta perteneciente al género Peperomia muy común en jardines de todo el mundo



La mayoría de estas plantas poseen su valor estético en su follaje donde podemos encontrar una gran diversidad. Las flores se disponen en inflorescencias en espiga alargadas y poco vistosas que muestran generalmente una coloración amarilla-verdosa o blanquecina. Dichas espigas en ocasiones se retiran para incentivar a las plantas a desarrollar solo follaje.

En este artículo les comparto los principales cuidados que requieren estas plantas para crecer de forma óptima.

Consejos para el cultivo de plantas ornamentales pertenecientes al género Peperomia

Iluminación:

Es de suma importancia que las plantas de este género se cultiven en zonas con muy buena iluminación pero sin exponerlas a la luz solar directa. El sol sobre el follaje provoca quemaduras y marchitez de las hojas. Se recomienda cultivarlas a semisombra o bajo mallas de sombreado. Muchas especies se cultivan en interiores (cerca de ventanales) donde reciban la luz solar filtrada. Además, no toleran ambientes muy sombríos ya que provocan la etiolación de los tallos, aumenta la susceptibilidad al ataque de plagas y se pierde la coloración del follaje.


Temperatura:

Se desarrollan óptimamente bajo temperaturas que se encuentren entre los 18ºC-28ºC durante gran parte del año. En invierno es necesario protegerlas de temperaturas inferiores a los 10ºC ya que no las toleran en lo absoluto. Si se decide cultivar a este grupo de plantas en zonas templadas se debe tener en cuenta que deben ser trasladadas a invernaderos durante la temporada invernal.

Sustrato:

Emplear un sustrato rico en materia orgánica que permita un rápido drenaje del agua de riego. El uso de sustratos que tiendan a retener mucho la humedad o encharcarse es fatal para el sistema radical de estas plantas. Se recomienda añadir al sustrato un poco de humus de lombriz cada tres meses para favorecer el crecimiento de las plantas.


Frecuencia de riego:

Aplicar un riego luego de que se seque ligeramente la superficie del sustrato. Los riegos preferiblemente con agua de lluvia y profundos sin llegar a encharcar. En horas de la mañana se recomienda pulverizar el follaje para mantener un ambiente húmedo alrededor de las plantas. Si no se cuenta con el tiempo para pulverizaciones se recomienda colocar las macetas sobre guijarros ligeramente sumergidos en agua pero sin que esta toque el fondo de la maceta.

Plagas y enfermedades:

Este grupo de plantas sufre con frecuencia infestaciones por cochinillas algodonosas que se alojan en raíces, hojas e inflorescencias. Además, pueden sufrir ataques de ácaros (araña roja) que invaden el envés de las hojas provocándoles el marchitamiento. Las plantas que se cultiven en la tierra del jardín pueden ser devoradas por larvas de insectos y moluscos. Mantener un óptimo control sanitario para evitar la aparición de hongos patógenos o la muerte de las plantas.

Multiplicación:

El método más utilizado para la multiplicación de este grupo de plantas es el vegetativo a partir de hojas con peciolo o ápices de tallos (+/- 8 cm). Los peciolos de las hojas tienen la capacidad de desarrollar raíces si se plantan en un sustrato caliente y húmedo. Los ápices de tallos poseen una probabilidad mayor de enraizamiento que las hojas. Adicionalmente, se pueden emplear hormonas de enraizamiento mezcladas con fungicidas para favorecer el enraizamiento de hojas y brotes.


Síguenos en nuestras redes sociales:

Nuestra página de Facebook

Únete a nuestro grupo de Facebook para conocer tus plantas y compartir conocimientos entre todos

Nuestro perfil en Pinterest

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.