Hibiscus sabdariffa es una planta arbustiva anual perteneciente a la conocida familia Malvaceae originaria del continente africano. Es una especie ampliamente cultivada en el mundo debido a las propiedades medicinales que poseen sus frutos y flores. Además, se emplea a nivel comercial para la elaboración de refrescos que se ofertan en numerosas tiendas a lo largo del mundo. Esta especie actualmente es cultivada a gran escala en numerosos países con fines comerciales. Su nombre popular es totalmente erróneo ya que la procedencia de esta especie no es del país al que hace referencia; es africana como mencionaba con anterioridad.
Características de la Rosa de Jamaica, Hibiscus sabdariffa
Tallos y hojas
Esta planta desarrolla tallos erectos pardo oscuros que pueden superar los 2.5 metros de altura y estar algo ramificados. En cada tallo se disponen de forma alterna hojas pecioladas con un limbo foliar formado por 3 o 5 lóbulos. El peciolo de las hojas de +/- 5 cm de largo y el tamaño del limbo foliar de +/- 12 cm de largo. Las hojas son totalmente verdes, poseen el margen aserrado y tienen una nerviación conspicua. El peciolo generalmente rojizo en la mayoría de las ocasiones.
Flores y frutos
Las flores surgen individuales de las axilas de los tallos y son sostenidas por pedicelos muy cortos. El cáliz floral posee una conspicua coloración rojiza que distingue a la especie y es muy carnoso. Cada flor posee 5 pétalos rosáceos que se disponen en una forma ligeramente tubular. La garganta floral es rojiza y en el centro de la flor se observan las estructuras reproductoras con estambres con anteras amarillas y un estigma pentalobulado de color rojo oscuro.
Los frutos son globosos y presentan 5 cavidades que contienen numerosas semillas pardas en su interior. Cuando maduran, estos abren para dejar caer las semillas al sustrato. Luego de fructificar la planta bastante, los tallos comienzan a marchitarse hasta que la planta muere. El cultivo de esta planta debe renovarse todos los años.
Consejos para el cultivo de la Rosa de Jamaica, Hibiscus sabdariffa
Hibiscus sabdariffa es fácil de mantener en el jardín si se tienen en cuenta los siguientes consejos:
Iluminación:
Es prácticamente obligatorio que esta planta sea cultivada a pleno sol durante todo el día. Es una de las especies del género que más luz necesitan para un óptimo crecimiento y floración. No es una planta para interiores ya que la etiolación de los tallos es casi momentánea.
Temperatura:
Se desarrolla mejor en climas tropicales donde predominan temperaturas frescas o cálidas durante gran parte del año. El rango ideal para la especie se encuentra entre los 20ºC-28ºC. Puede tolerar breves períodos de temperaturas cercanas a los 0ºC, pero no tolera el contacto con la nieve. El calor persistente permite una floración constante durante todo el año.
Sustrato:
Tolera una amplia variedad de sustratos, aunque crece en mejores condiciones sobre un sustrato rico en nutrientes y muy aireado. El sustrato debe retener la humedad, pero no encharcarse con facilidad.
Frecuencia de riego:
Regar hasta 3 veces semanales durante las estaciones más cálidas del año. El riego siempre profundo y durante primeras horas de la mañana cuando el sol no es muy fuerte.
Plagas y enfermedades:
Afectada por numerosas plagas como cochinillas, ácaros, hormigas, orugas de lepidópteros, áfidos, moscas blancas y numerosos hongos patógenos. Mantener un control fitosanitario óptimo es esencial para la salud de esta especie.
Multiplicación:
Principalmente a partir de semillas, aunque para producir muchas plantas se puede realizar la multiplicación asexual por esquejes.
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